A pesar de estar llorando, Nagore le sonrió, fue una sonrisa extraña. Una sonrisa perdida en un rostro triste.
domingo, 28 de septiembre de 2008
Eligió cargar su arma con un clavel.
A que ya hemos terminado
Amigo mío se acabo
Acércate dame un abrazo
Que este infierno remitió
Esperadme aquí un momento
Y cuida de esta posición
Comprobaré que terminamos la misión.
Fue acabar estas palabras
Y nadie le volvió a ver,
Después de aquella victoria
sólo un loco coronel
Renunciaría a una gloria
Que él jamás logró entender,
Eligió cargar su arma con un clavel
Cuando los demás dormían se escapaba a la cantina
Y llorando le contaba a una mujer
Que si el honor y la victoria
Valen más que las personas
Es que no hemos aprendido nada.
De las lágrimas que visten tu cara,
De la tristeza que esconden tus miradas,
De la vergüenza que siente mi alma,
Cuando nadie canta esta canción
En la que digo que no me da la gana,
De hacer como que no sé nada,
De cada vida que se marcha
Sin decir adiós.
Después de cada batalla
Se encogía su corazón,
El debía mostrar orgullo
Cuando sólo sentía dolor.
Preguntaba siempre al cielo
Quien había ganado qué
Pero nunca nadie supo responder.
Cuando los demás dormían se escapaba a la cantina
Y llorando le contaba a una mujer
Que si el honor y la victoria
Valen más que las personas
Es que no hemos aprendido nada.
De las lágrimas que visten tu cara,
De la tristeza que esconden tus miradas,
De la vergüenza que siente mi alma,
Cuando nadie canta esta canción
En la que digo que no me da la gana,
Hacer como que no sé nada,
De cada vida que se marcha
Sin decir adiós.